Blog de Cristian Fiedler

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miércoles, 13 de enero de 2010

Tecnología: Una pura casualidad



Haciendo un alto en la vida casi al completar medio siglo de existencia, me puse a divagar acerca de porqué estoy en lo que estoy y si las cosas pudieron haber sido diferentes. Con asombro me di cuenta que llegué prácticamente por una suma de casualidades a desempeñarme casi sin respiro en el campo de las tecnologías de la información pudiendo probablemente haber sido un destacado agricultor, médico, profesor, piloto u otros oficios de no haber sido, valga la redundancia, por casualidades. Lo que si me parece tener absoluta claridad es que las artes, las letras y el deporte competitivo no son ni serán mi especialidad no porque no me atraigan sino por el simple hecho de haber nacido con dos manos y brazos izquierdos…En fin, hagamos un poco de historia.

Tuve la “mala” suerte de nacer en el seno de una familia profesional del ámbito académico donde ambos progenitores trabajaban en la “Universidad”. Por un lado un padre dedicado a la Química Orgánica y por otro una madre apasionada por los “Cromosomas” y la Genética en general. Hoy me pregunto: ¿Que habría sido de mí de haber nacido en una familia ligada al comercio u otra ligada al ámbito empresarial? La verdad no tengo ni la menor idea pero capaz que el resultado final fuera el mismo, quien sabe.

Por supuesto que el seno familiar es una gran marca, toda vez que no veo en mis recuerdos haber tenido mas claridad que mi paso natural al salir del colegio era la universidad. Si tal vez tuve una sola duda fue que en algún momento estuve indeciso entre la academia o el de ser un “Piloto de Guerra” ya que hasta el día de hoy el tema de la aeronáutica me atrae muchísimo. Sinó me incliné por ingresar a la FACH, que era prácticamente la única opción para llegar a piloto de máquinas espectaculares, respondió a factores puramente ambientales y a una real falta de ganas de pasar por el tedio, para mí en esos entonces, de una formación militar con todo lo que eso acarreaba. Bueno, mi entrada a la “Universidad”, la USM, al área de ingeniería fue básicamente por no haber dado la prueba de biología, ya que sabía que sería un estrepitoso fracaso dada mi formación tremendamente orientada al área técnica ya que mis últimos años de colegio los realicé en una escuela experimental, donde las tuercas y los números valían 10 mientras las artes y las plantas valían 2 por no decir casi nada.

Durante el primer semestre universitario todos los 600 alumnos que ingresamos estudiábamos lo mismo, es decir nada práctico sino solo números y payasadas que se englobaban en lo que se llamaba “Plan Común”, plan que incluía cátedras de matemáticas, física, química, algún taller electivo y como no, educación física. De “Ingeniería” ni las luces, por lo que al cabo de 4 meses de clases uno había aprendido solo “las bases” para seguir aprendiendo. Antes de comenzar el segundo semestre había que elegir una especialidad, donde lo único que tenía claro es que la química no iba conmigo dado que en el último certamen con suerte me pusieron una nota, ya que en la práctica había contestado solo algo mas que mi nombre. Con todas las especialidades a mi alcance, tenía que elegir una, y aunque parezca increíble, elegí “Sistemas de Información” simplemente porque me atrajeron las máquinas perfo-verificadoras y el imponente IBM 370-125 con sus periféricos estrambóticos. Como pueden apreciar, una decisión sumamente informada y científica. De ahí en adelante casi toda mi carrera ha tenido momentos similares, donde grandes decisiones se basaban en hechos de una subjetividad sin par que me llevaron del mundo de construcción de aplicaciones en ambientes transaccionales, pasando por la administración de bases de datos a manejo de infraestructura, redes de cajeros automáticos, desarrollo de aplicaciones de alta complejidad como interfaces entre dispositivos, monitoreos de alarmas, aplicaciones distribuidas con soporte remoto de las mismas, inteligencia de negocios, etc., etc., donde la única “pieza” común entre cada una de ellas es el involucramiento personal a nivel de detalle que me permite decir hoy, con un grado de confianza bastante alto, que tengo vasta experiencia en un sinnúmero de subespecialidades del mundo de las TI. En la actualidad, de todo lo anterior rescato que al parecer mi elección, aunque basada en un hecho muy subjetivo, fue mas que correcta, toda vez que hasta la fecha me apasiona hacer lo que hago y sobre todo aun siento que soy un excelente aporte a cualquier proyecto tecnológico aun cuando sea un tema esencialmente nuevo.


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